Juego de la inocencia - Marisa Sicilia - Romance histórico libros

Una novela de romance histórico:  El juego de la Inocencia

 

HISTÓRICO |ROMANCE | ERÓTICO| DRAMA

Esta historia la leí el fin de semana pasada y me encanto, mucho pero no había querido publicar nada porque sentía que estaba muy parcializada y que iba a dejar a un lado mi objetividad, por ese motivo, deje reposar mi mente termine de leer otra historia que anda pendiente y hoy por fin con la cabeza fría, me dispongo a escribir sobre esta novela. 

Contexto: 

Esta salió por allá en el año 2014, mi blog no lo abrí sino hasta el 2016 y no comencé a  reseñas hasta más tardar el año 2017. Tenía una carpeta virtual que iba llenando poco a poco con los pdf's y epub's que iba encontrando por los diferentes sitios web. Seguramente ustedes son como yo; somos unas avaras lectoras sin ningún sentido de las cantidades y a demás somos acumuladoras de libros, vamos llenando nuestras carpetas con demasiados libros que no sabemos cómo vamos a encontrar el tiempo para leer pero llenas de optimismo, los vamos guardando. 

Todas también tenemos un - o varios libros- que en su momento quisimos leer porque la trama nos llamaba y nos hacía la invitación pero como andábamos con una lista interminables de pendientes, inevitablemente, ese libro terminaba en la parte trasera de dicha lista. 

Se olvidaba. Y quien sabe cuando uno se acuerda de el. 

A  mi me paso. 

Y esta es la historia de cómo  encontré este libro - que me había prometido leer hace como 7 años- mientras me dedicaba a organizar dicha carpeta y por fin me dije que lo iba a leer. Costará lo que me costará. 

Afortunadamente no me costó mucho, solo hacerle un espacio entre la saga del Corazón del Duque me estoy leyendo y nada más.

La anterior divagación y emisión de información innecesaria fue para dramatizar y contextualizar mi frustración recién descubierta. 

¿Por qué tuve que esperar tanto para leer este libro? ¿Cómo pude tener un blog literario por tanto tiempo sin conocer este libro? Quizás me perdonen ustedes, pero yo no. 

Pensaran ustedes: Que exagerada! y si lo se. Lo soy. Exagerar es mi pasión y ser dramática mi apellido. 

Y bueno, tal vez estoy siendo estrambótica a propósito pero espero que mi reseña les ayude a entender la novela de las que les voy hablar.

Sinopsis:

Louis de Argenteuil, joven ocioso y libertino, ve amenazada la comodidad de su vida cuando su tío Eustache, harto de su desidia y ante su inminente nuevo matrimonio, decide retirarle su ayuda económica. Tendrá ocasión de desquitarse seduciendo a Hélène Villiers, la futura esposa de Eustache, una muchacha sencilla e inocente, recién salida de un convento, a quien aleccionará en la práctica de toda clase de juegos, siempre dejando intacta su virginidad... Resguardar la virtud de Hélène supondrá todo un desafío para Louis, un descubrimiento para Hélène y una sorpresa para ambos.

Que locura. Qué absoluta brutalidad acabo de leer.

La historia de Louis Argenteuil, porque es la historia de él, es una maravilla de principio a fin. Una novela cuidada al detalle y ejecutada con maestría perfecta. Los personajes son únicos y entrañables, aun en sus particularidades. Cada uno cumple un rol importantísimo, ninguno está de más o sobra. Adicionalmente, la ambientación, la rigurosidad histórica y el trasfondo social son exquisitos. Me hizo recordar a la maravillosa novela Norte y Sur de Elizabeth Gaskell.

Imaginen ambientar una novela histórica en la Francia de finales del siglo XVIII, mientras se produce el estallido social que cambiará al mundo para siempre. Es alucinante la manera en que la autora va haciendo evolucionar a los personajes, embarcándolos en un intenso y tórrido romance, sin descuidar el despertar social que se va gestando, dándole casi la misma importancia que a un personaje más. Aplausos.

Pero eso no es ni de lejos lo mejor de la historia. No, señor. Esta novela tiene un eje fundamental, y ese eje no es más que el mismísimo Louis Argenteuil, el personaje masculino más insoportable y superficial de los que he tenido la fortuna de leer. Y aun así, no me arrepiento de nada.

Louis fue Louis durante más de la mitad del libro: siempre insufrible, frívolo, astuto, extravagante y narcisista.

¿Qué personaje más imposible? Y para crédito de la autora, lo amé.

Lo siento, pero si lo leen, también lo amarán, se los juro. No sé cómo se las arregla para siempre salir airoso frente al odio que se merece y no recibe. Este hombre es un gato, siempre cae de pie.

No hay descalificativos suficientes para nombrar a este señor durante más de la mitad de la historia: vanidoso, le quedaba pequeño; narcisista es más preciso; frívolo lo podemos reemplazar por extravagante; y astuto, mejor sería llamarlo manipulador.

Pero mi Louis tiene un presente y un pasado que ayudan a entender su actuar. Huérfano desde temprana edad y siendo el heredero de varios títulos nobiliarios, los sirvientes siempre fueron muy laxos con él. Todos a su alrededor lo mimaron, consintieron hasta convertirlo en un ser sin el más mínimo sentido de reserva y poco dado a la austeridad.

Con sus pelucas, ropas de encaje, cara llena de polvos de arroz, zapatos de tacón y ropas de colores estrafalarios, este era un digno mequetrefe que vivía su vida paseándose por los salones franceses y entre las camas de las damas sin ningún pudor.

Pero no nos cansemos, que hay más de Louis por descubrir: también es cruel, mordaz y de pensamiento rápido e ingenioso, por lo que siempre me andaba riendo de las barbaridades que se le ocurrían. El tipo era ocurrente y divertido.

Luego está su tío, Eustache, un hombre muy rico que no tiene descendencia y, por lo tanto, al morir heredaría todo a Louis. Pero, harto y cansado de su estúpido sobrino, decide cortarle la ayuda monetaria —que es lo que lo mantiene a flote— y buscar una nueva esposa para engendrar un heredero y alejar las sucias manos de su sobrino de su fortuna.

Louis, fantaseando con la muerte de su tío, se entera de los planes de su "malvado, egoísta y ruin pariente" para atentar contra su felicidad y decide hacer un viaje hacia donde su tía, buscando una aliada.

Esta tía es una mujer bondadosa, aunque manipulable y débil de carácter, que ama a su sobrino y parece no advertir lo perverso de su actuar. Lo que no contaba Louis era que su querida tía tenía bajo su custodia a Hélène, la odiosa mujer con la que su tío planea casarse.

Este personaje de Hélène también es interesante. Es una muchacha pobre, recién salida de un convento, que ha tenido la "fortuna" de ser elegida por un anciano para ser su nueva esposa, algo por lo que está agradecida. Podríamos describir a Hélène como una joven (17 años) sumisa, obediente, tímida, insegura, leal, de aspecto asustadizo y bastante "normalita" en cuanto a belleza.

Louis, al conocerla, queda impactado por la futura novia de su tío. Él esperaba otra mujer, más mundana y astuta, no este ratón asustadizo y tímido. Aun así, no le impide culpar a esta mujer por su futuro incierto y decide premiarla con su despectivo trato y mordaces comentarios. La pobre Hélène es una presa fácil para este depredador sin escrúpulos.

Y la pobre niña sabe la clase de persona que es Louis, sabe que la odia, que la desprecia sin motivo aparente y, aun así, nada de esto le impide enamorarse de él.

Él, como el zorro astuto que es, se da cuenta de esto y no tarda en idear un malicioso plan para seducir a la pobre Hélène, asegurándose su favor cuando sea la esposa de su tío y, más importante aún, burlarse de Eustache. Lo que no sabía es que pagaría con creces su arrogancia y orgullo, y de la manera menos esperada.

Tan calculador, tan preciso y manipulador, y aun así cayó. Un tramador corrupto que se encontró como víctima de su propio invento. Construyó su propia cárcel. Fue su propio verdugo.

Ay, mi Louis, como me encantó su evolución. Fue lo más gratificante de ver. Cómo su plan se hacía pedazos frente a su impotencia y rabia. Sí, señor, porque el niñato engreído rabia cada vez que nota cómo sus defensas son derribadas por la niña sin gracia y sin fortuna. Era puro placer ver ese desespero al verse acorralado.

Pero esta nueva etapa también nos mostró otra cara de este personaje.

Pasional, frenético, intenso, romántico, sensual y desenfrenado. Enamorado, este hombre es un ser pasional, adulador, cariñoso y atento.

Su plan consistía en no "desvirgar" a Hélène, pero sí enseñarle algunos trucos; y qué buen maestro resultó ser.

Esta novela romántica tiene de las mejores escenas eróticas que he leído, cargadas de sensualidad, detalladas y para nada aburridas o repetitivas. Cada escena resultó diferente a la otra.

Es raro encontrar libros en la novela romántica histórica tan equilibrados entre el romance, drama y pasión.

El romance entre Louis y Hélène es intenso, prohibido, frenético, placentero y hermoso.

En fin, esta es una historia atrayente y adictiva que, en un principio, cuesta ver hacia dónde va dirigido el personaje de Louis, quien se presenta extravagante y caprichoso, y por momentos fallamos en recordar que solo es un muchacho de 21 años, orgulloso y sin ningún apego emocional más allá de los encontrones fugaces y vacíos que ha tenido a lo largo de su corta pero promiscua vida. Y, siendo sinceros, al nacer entre el privilegio, es fácil mirar hacia un lado e ignorar el sufrimiento y desdicha ajena.

Fue quizás el libertino más mequetrefe de los que he leído y me divertía y me gustaba, pero me enamoré de su evolución. De su compromiso cuando entendió que amaba a Hélène, de lo resuelto que estaba, de lo que luchó, de la madurez con la que actuó. Es un personaje 10/10.

En sus celos era un niñato tonto y absurdo, me parecía encantador y abrumador por momentos.

Es el dueño indiscutible de la novela; su carácter, sus defectos, su vanidad, su evolución, todo. Todo con él es sin términos medios: lo detestas al principio, lo amas al final.

Exigente, intenso, apasionado.

Pero lo más precioso fue ver cómo transmutó su opinión frente a Hélène. Sus pensamientos sobre ella, inicialmente mezquinos y crueles, fueron cambiando. Le parecía fea, insípida, gris y sin gracia. Siempre le decía —cruelmente— que se arreglara, siempre buscando una excusa para atacarla y humillarla. Y más tarde, ser testigos de cómo se recriminaba el haberla creído insípida y fea. Para él, resultó que ella era lo más hermoso del mundo. La mujer más digna.

Y la verdad es esta: Hélène era descrita como una mujer corriente y sin nada destacable en su apariencia, así fue siempre. Nunca nadie la vio hermosa cuando se arreglaba o vestía con bonitos trajes, porque no lo era. El único que notaba esos cambios era Louis, tan observador como era. Su Hélène era hermosa a sus ojos.

En el epígrafe del libro leí: Porque es preciso no engañarse, ese encanto que se cree hallar en los otros existe en nosotros; el amor hermosea el objeto amado. Me emocione cuando entendí el porqué de esa cita. 

Mi Louis tuvo su enseñanza de vida. Las apariencias no lo son todo, el dinero por el que tanto luchó tampoco, el poder y las riquezas no son determinantes en la felicidad y la mujer que tanto desprecio, resultó ser  su verdadero tesoro, su lugar seguro. 

Esta fue sin duda una historia con un personaje que me acompañara por mucho tiempo. Merece ser leída una vez en la vida.