Reylo: el romance que incendió la galaxia. Entre la redención, la tensión y lo que pudo ser, Star Wars nos regaló una historia imposible que aún nos duele.

Star Wars también es una historia de amor – Episodio II: Reylo

Amada y odiada a partes iguales por diferentes sectores del fandom de Star Wars, Reylo es, sin duda, uno de los enemies to lovers más virales de los últimos años.

Puede gustarte o no, estar de acuerdo o no, pero negar su incidencia en la cultura pop —especialmente en el fandom del fanfiction— es imposible.

En mi post anterior había tocado el tema sensible del romance en una galaxia muy lejana. Aunque soy consciente de que la historia de Star Wars es mucho más grande y épica para ser contada en unos cuantos episodios, desde mi punto de vista, el amor es una de las esencias de la trama, tan importante como la Fuerza misma o la eterna lucha entre el bien y el mal, representada en las disputas Jedi vs Sith.

El amor como eje central en Star Wars

¿Cómo llegué a esta conclusión? Sencillo:

Durante la trilogía original (Episodios IV, V y VI), nos presentan a Luke Skywalker, el protagonista, sin muchos detalles sobre su origen, salvo que viene de un planeta rural, es huérfano, y hay referencias ambiguas sobre su padre.

Pero durante el clímax de la saga, en El Imperio Contraataca (Ep. V), nos revelan que Luke es hijo del temible Darth Vader. Un ser despiadado, capaz de torturar y destruir planetas, no parecía tener espacio para la redención.

¿Qué logró redimirlo? El amor.

El amor incondicional de un padre —aunque cuestionable— por su hijo. Vader decide morir para que Luke viva. Un acto de amor desinteresado.

Más tarde, las precuelas expanden este concepto. Conocemos a Anakin Skywalker: su ascenso como Jedi y su caída como Darth Vader, impulsada, nuevamente, por el amor —esta vez, el amor prohibido hacia Padmé Amidala.

¿Era necesario ese romance?

Sí. Aunque muchos critican la ejecución (malas actuaciones, exceso de política galáctica), el romance entre Anakin y Padmé era fundamental para entender la caída de Anakin y su amor por su hijo.

Anakin amaba intensamente, con apegos prohibidos para un Jedi. Esa pasión fue su perdición.

Secuelas (Episodios VII, VIII y IX): ¿El turno de Reylo?

Yo conocí Star Wars gracias a esta trilogía, así que le tengo un cariño especial —aunque no comparto todas las decisiones creativas.

Desde la primera interacción entre Kylo Ren y Rey en El despertar de la Fuerza, se notaba la química y la tensión entre ambos.

Aunque inicialmente no parecía intencional, la conexión entre Adam Driver y Daisy Ridley traspasó la pantalla, y el fandom empezó a especular (¡y mi inner fangirl está encantada con eso!).

Kylo parecía obsesionado con Rey, y ella no parecía del todo incómoda.

El sobre análisis de El despertar de la Fuerza

Tras su estreno, la película fue minuciosamente analizada:

• ¿Es feminista por tener una protagonista mujer?

• ¿Incluye diversidad real o forzada?

• ¿Rey es una Mary Sue?

Rey fue injustamente desvirtuada, y luego, el resto del elenco también sufrió las consecuencias.

Aunque reconozco que la ejecución de la nueva trilogía tuvo fallos (¡J.J. Abrams, te faltó carácter y creatividad!), no fallaron en la elección y caracterización de los personajes.

Y aquí fue donde Reylo empezó a florecer.

The Last Jedi: El auge del Reylo

En Los últimos Jedi, bajo una nueva dirección, el Reylo evolucionó de miradas furtivas a un vínculo emocional profundo.

Tuvimos escenas cargadas de tensión, sonrojos, conversaciones íntimas... Todo aún platónico, pero con una incomodidad deliciosa entre dos enemigos destinados a enfrentarse.

"Nos gusta el Reylo por lo que pudo ser, más no por lo que fue."

Kylo Ren seguía siendo un asesino y genocida, y aunque nos dolía admitirlo, no podíamos justificar sus acciones. Rey no debía ser su redentora personal. Pero el "qué pudo ser" sigue rompiéndonos el corazón.

The Rise of Skywalker: El final que nos rompió (otra vez)

En El ascenso de Skywalker, Kylo Ren finalmente se redime... pero a un precio alto: su propia vida.

Salva a Rey en un acto final de amor desinteresado y comparten un único beso antes de su muerte.

El paralelismo con Anakin Skywalker es evidente.

Kylo logra lo que su abuelo no pudo: salvar a la persona que ama, aunque cueste su vida.

¿Qué hubiera pasado si...?

Siempre me pregunto:

¿Qué hubiera pasado si Kylo Ren se redimía a tiempo?

Pero también reconozco que sus crímenes no podían quedar impunes.
Me gusta imaginar esos escenarios alternativos donde el Reylo florece feliz, gracias a los fanfics maravillosos en español e inglés que llenan ese vacío.

Conclusión: Seguiremos esperando...

Reylo tenía todos los ingredientes de un romance que nos encanta:

• Chico malo, chica buena

• Bandos enemigos

• Diferencias sociales y realidades opuestas

• Una tensión cargada y palpable

Pero la toxicidad era real.
Kylo Ren era una red flag andante, y Rey merecía algo mejor.

Así que, a la pregunta:

¿Se puede hacer un romance bueno en una galaxia muy lejana?

Aún no lo hemos visto.

Pero lo seguiremos esperando.